Nuestra ruta comienza en el Molino de San Lázaro, y desde allí cruzaremos nuestro querido Puente de Piedra, el más antiguo de la ciudad de hoy, pero no tanto como algunos creen… No hay mejor sitio para disfrutar de nuestra ciudad que desde las monumentales terrazas del puente.

Basílica de Nuestra Señora del Pilar

Gracias a las Ebrobizis, volveremos a saltar el Ebro por donde siempre lo hizo el tren, en tiempos de Phileas Fogg… y habremos de tener cuidado porque, justo al salir del puente, nos encontraremos con la locomotora de vapor, que ya llega a Zaragoza, ¿No has visto nunca su reloj rojo y su negra chimenea?

La locomotora del Puente de la Almozara

Después de saludar al maquinista, tendremos ocasión de disfrutar de una de las mejores vistas de Ebro en su recta final hacia el Pilar, donde descubriremos que nuestro río ha sido lugar de tránsito desde tiempos muy antiguos… ¡incluso cuando no había puentes!

Seguidamente, disfrutaremos de las bicis del futuro en el mejor lugar para ello: los espacios de la Expo 2008, por donde continuaremos nuestra ruta para volver a cruzar el río por el Puente del Tercer Milenio. Éste es un puente moderno hasta en su nombre… pero ¿sabías que hunde sus raíces en la Zaragoza de hace 200 años?… Quizá sí, pero contaremos que también ha sido escenario de una batalla fluvial, ¿te lo puedes creer? ¡Es tan camaleónica nuestra ciudad, que hasta los grandes episodios están muy camuflados!

Puente del Tercer Milenio

Ya de regreso, seguiremos el camino del Ebro por su margen derecha hasta la Pasarela del Voluntariado. ¡Cuánto nos gusta saltar el río más caudaloso de la península! Entre otras cosas, porque de esa manera descubrimos miradores privilegiados, como el que será espacio de nuestra nueva parada. Allí, cerca de Helios, hablaremos del que fue el último barquero de Zaragoza… que no todos los puentes son fijos, y muchas son las gentes que han cruzado el río en bote.

Embarcadero Servando Monterde (Helios)

Cuando volvamos a cambiar de orilla, lo haremos por el que fuera el puente más grande de España… ¿Sabes cuál es? …Pues seguro que has caminado muchas veces sobre él. Pero hay tantos puentes en Zaragoza, que aún tendremos la oportunidad de atravesar el río por última vez, pedaleando sobre el centenario Puente del Pilar, cuya historia es tan corta como curiosa.

Puente del Pilar

Y finalizaremos nuestra divertida ruta en el primer puente que tuvimos, pero esta vez no lo cruzaremos, porque hace algunos siglos que no lo arreglan y resulta algo difícil, como veremos… Ahí terminará nuestro ilustrado paseo por el Ebro, y lo mejor: ¡sin habernos mojado! Y es que nuestra Zaragoza es una ciudad de ríos, pero también de puentes.

**ACTIVIDAD COMPLETA**