Seguimos nuestro Camino del Cid dejando a nuestras espaldas Mora de Rubielos y pedaleando hacia Rubielos de Mora que está sólo a 12 kilómetros. Desde Rubielos existe la posibilidad de realizar el Anillo del Maestrazgo y el de Morella, que recorren las tierras altas de este territorio hasta llegar al río Mijares: montañas, bosques y abruptos desfiladeros forman un paisaje único en el que emergen pueblos con gran riqueza histórico-artístico como La Iglesuela del Cid, Villafranca del Cid y cuyo máximo exponente es la ciudad de Morella.
Realizamos casi todo el trayecto por la carretera, dejando a un lado la Sierra de Gudar y con pequeños pero continuos descensos y ascensos que hace que utilicemos las bicicletas eléctricas para superarlos cómodamente. En este tramo, nos llevamos una sorpresa cuando vemos cruzar delante nuestro una cabra de montaña, que apunto está de darnos un buen susto. Suerte que es bastante rápida y cruza la carretera en apenas unos segundos, que recogemos en una de las cámaras deportivas de vídeo que llevamos.
En la localidad de Fuentes de Rubielos, hay que adentrase por el pueblo y continuar por la CV-20, otra pequeña carretera que nos hace bajar/subir y de nuevo bajar rápidamente hacía Olba, por donde dejaremos la provincia de Teruel y nos adentraremos en Castellón. Antes de llegar a Puebla de Arenoso, vemos una gran cantidad de coches y personas, que con bañador y picnic van a una zona del río a darse un baño.
Hacemos una parada en Puebla de Arenoso, donde se puede ver el Embalse del Arenós. Todos los pueblos por los que atravesamos nos invitan a quedarnos más tiempo y a visitar sus monumentos e historia: castillos, murallas medievales, torres de vigilancía, sus iglesias… una gran riqueza cultural rodeada de una gran belleza natural y paisajística.
En esta zona comienza el puerto de Arenillas, donde sufrimos y sufren nuestras bicicletas de pedaleo asistido. Junto a nuestras piernas y la ayuda que proporciona el motor eléctrico, hay ocasiones que tenemos que bajarnos de la bicicleta y ponernos a empujar la bici, al haber continuas y muy pronunciadas pendientes. Por ello, nuestras bicicletas eléctricas van equipadas con un botón de “empuje” o “arrancada” que nos permite ir llevándolas a píe a una velocidad máxima de 6 km/h (a la velocidad que camina una persona) facilitándonos el subir con todo el peso que llevamos.
Una vez alcanzado (900 metros) de Arenillas, comienza un largo y pronunciado descenso por carretera, donde ponemos las bicicletas por encima de 50 km/h. En este tipo de situaciones tan exigentes, las bicicletas Neomouv Montana que llevamos responden muy bien, a tanta velocidad y con el peso que llevamos entre nosotros las bicicletas y las alforjas, los frenos van de maravilla.
Pasamos rápidos por la localidad de Caudiel y terminamos nuestra etapa en la localidad de Jérica, que nos recibe con su torre vigía, su castillo y sus murallas. El motivo de hacer la parada en esta localidad, es por la cantidad de historia que tiene , ya que el Cid la conquistó en su camino hacia Valencia.
Dormimos en el Hotel Rosaleda Doncel, donde nos cuesta 59 euros la habitación doble, con el 10% de descuento (53,50 euros) gracias el Salvoconducto del Camino del Cid.
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